Encerrados en el sistema
sábado, 27 de febrero de 2010
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Estamos sumergidos en un sistema cerrado en donde el ser humano está sujetado, ¿realmente nuestros pensamientos tienen trascendencia cuando el rumbo de la vida lo manda el sistema mundo?
Me parece que ciertamente la voracidad es una característica de nuestro mundo posmoderno, pero a fin de cuentas, el mundo circundante es sólo un reflejo (como lo señala Gregg Braden) de los conceptos que manejamos en nuestro interior. Ello implica entonces que no hay un ellos y nosotros que nos comemos,sino que producimos la voracidad misma que nos devora. Nos "comemos crudos" a nosotros mismos con los estándares que hemos fijado - que la sociedad nos refleja, repito- a nuestro ser y quehacer y con base a ello, tratamos el entorno.
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